Desde el
principio supe que eso era lo que quería... Lo sentía ahogándome el alma, prendiendo
cada ápice de mi cuerpo… Mis noches bajo las sábanas siempre eran calientes,
húmedas, desde que apareciste en mi vida con tu voz serena, dulce y dominante,
que me hacía estremecer, que provocaba latidos y escalofríos en lo más íntimo y
profundo de mi piel, que me hacía llegar sin apenas aliento, con tan sólo
imaginarme ante ti, para ti, toda y explícitamente tuya…
Pero también
temía… temía en cada cita… por esos límites que tú fijabas en mi mirada
intentando leer en ella mi respuesta y aprobación… Y mi mente se convertía en
una laguna de deseos, mi cuerpo los derramaba y supuraba por cada poro, postrada
ante esa bendita comunión de temor y placer… Porque así era como más sentía y
vibraba, y tú, lo supiste leer en cada temblor de mi cuerpo y en el aliento que
se fugaba de entre mis labios entreabiertos, cuando me observabas, en silencio,
rozando mi boca con tus dedos…
Y me
enfrentaste a mi timidez y a mi propio cuerpo. Me hiciste recorrer y conocer
cada pedacito de mi piel, siempre expuesta a tu mirada, a tus manos, a cada
cuerda o cinta que apretara y controlara mi lujuria desbocada… porque me
domabas… era un pura sangre bajo tus riendas… y así… así culminábamos nuestros
encuentros, con el deseo aún fluctuando en nuestros labios, en nuestra carne, encarcelándonos
sin darnos cuenta a esa necesidad imperiosa, cada vez más fiera, de aprisionar
nuestras almas para sólo ser dos cuerpos, cuerpos sintiendo el exceso del
placer… hasta desfallecer…
El vestido
dejaba mis pechos al descubierto… El espejo al que me miré antes de salir,
reflejaba un exquisito preludio que incitaba a mis manos a acariciarlos… No
eran mis manos las que lo hacían… Eran las tuyas… ellas se introdujeron bajo la
falda, estaba húmeda… muy húmeda… Me llevé los dedos a mi boca mientras miraba
mis propios ojos bañados en lujuria, sí… eso era lo que más te gustaba… mi
inocencia prendida en ese fuego que no podía controlar… sólo tú podías…
Se hacía
tarde, y a ti te gusta la disciplina… dejé de acariciarme, me puse un abrigo
negro abotonado hasta el cuello, y bajé al portal… Allí estaba el coche. Subí; es altamente excitante ese periodo de tiempo
en el que sabes lo que está por llegar, todo a tu alrededor se nubla, todo se
hace nada, sólo escuchas tu propia respiración, los latidos de tu corazón…
Sientes como hiperventilas, como te invade el deseo, y lo harías allí mismo,
necesitas hacerlo… pero sabes que no puedes, debes llegar a la cita, los minutos
son horas…
Era una casa
grande en una urbanización fuera de la ciudad. Apenas había muebles. Nada más
subí el pequeño escalón del jardín, abriste la puerta y me hiciste pasar.
-No… no te
quites aún el abrigo… -me dijiste tomando mi mano y guiándome hacia unas
escaleras…
Había un
pasillo con varias puertas. Nos paramos frente a una de ellas. Me miraste a los
ojos, y temblé…
-¿Quieres
hacerlo?...
Te contesté
asintiendo con la cabeza…
-Quiero
oírlo… ¿quieres hacerlo?...
-Sí, quiero…
La
habitación era inmensa. Estaba enmoquetada, suelo y paredes, de color burdeos…
Me quedé observando cada detalle; la cama de hierro forjado, los cuadros de
desnudos… saltando de pronto de la ensoñación, al escuchar como cerrabas la
puerta tras mi espalda… dirigiéndote después al centro de la habitación, a una
especie de diván.
-Bien… acércate…
-y me acerqué… poniéndome frente a ti…
-Quítate el
abrigo, despacio…
Mis pechos
quedaron liberados, turgentes, delatando mi excitación…
Metiste tus
manos por debajo de mi falda, fuiste deslizándolas lentamente, desde los
tobillos, ascendentes, firmes, calientes…
-Veo que has
cumplido… No llevas nada… -me dijiste al tiempo que me introducías los dedos…
No recuerdo
si contesté, estaba completamente a tu merced… Me invadía la idea de querer
estar así siempre… Notándote dentro de mí, tu fuego en mi fuego… sí… así lo quería
siempre…
Quería
más… necesitaba más… Pero de pronto sacaste las manos de debajo de la falda,
llevaste tus dedos a mis labios… -Shhh… calma mi pequeña… date la vuelta… eso
es… apóyate sobre el diván… separa las piernas…
Sujetaste
mis tobillos y mis muñecas… Mis pechos eran péndulos que latían y se estremecían
con un deseo feroz de sentir tu lujuria
invadiéndolos… Levantaste mi falda dejándola caer sobre mi espalda… Me vendaste
los ojos… -Abre la boca… -me dijiste e introdujiste algo en ella, y atándolo con
una cuerda o correa…
Y todo
temblaba en mí, todo mi cuerpo era un ferviente latido que clamaba sentir, sentir… Mis
ganas se derramaban…las sentía resbalar entre mis nalgas, mis muslos…mi espalda
se arqueaba, mis músculos se tensaban…
Y entonces,
ambos cabalgamos por ésa nuestra playa de espuma blanca…
Te sentí
invadiendo cada recoveco… Azotando tus ganas sobre mi piel que bramaba… Fui
tuya, intensamente tuya… Desbocamos nuestra lujuria… Una y otra vez… Sobre el
diván, sobre la cama, contra la pared… Dos locos insaciables; un contrato sin
papel… Porque yo, soy tuya, pero tú, eres mío también…
©Ginebra
Blonde
Perfecto recorrido de ese momento en el que todo está por venir, que lo deseas y esperas pero no sabes en qué momento todo ha de llegar porque todo está a su merced... Tus deseos y tú.
ResponderEliminarUn beso enorme.
Excitación y deseo, latiendo en tan maravilloso preludio…
EliminarGracias por tu sentir, Mag… :-)
Bsoss gigantes, amiga!! ♥
Mmmmmmm cómo has hecho latir entre tus letras, tienes una manera muy erótica y sensual de narrar los textos, es siempre un placer leerte, y me ha encantado la expresión ... - mis pechos eran péndulos que latían -.
ResponderEliminarUn besazo, preciosa.
El placer siempre mío de que estés ahí, mi querida amiga…
EliminarGracias infinitas por esas palabras tan bonitas que me dejas siempre…
Bsoss gigantesss!! ♥
Me fascina tu dilatación del momento... Engalanas las emociones, las arrastras con delicado erotismo provocando ese devorar la historia para culminar el final y no quedarse impasible ante el broche que cierra.
ResponderEliminarPorque yo soy tuya... Pero tú eres mío también.
Chapeau, preciosa!!!
Mil besitos.
Te agradezco de corazón tu sentir, mi querida Ana… Tus palabras son un maravilloso impulso de luz para mis letras y todo aquello que hay tras ellas… Gracias, y mil veces gracias!! :-)
EliminarBsoss y cariñosss!! ♥
Muy excitante tu relato ginebra
ResponderEliminarFeliz de que así lo sientas, Juan ;-)
EliminarGracias y Bsoss, amigo!!
amarrado
ResponderEliminartambién a tu relato
Y yo encantada de que lo estés, Noel! ;-)
EliminarMontones de Bsoss!!
He leído mientras sonaba la música, y he concluido de leer casi al mismo tiempo en que se desvanecían los sonidos. Eso me ha hecho pensar en la imagen de que la música era lo que marcaba el ritmo (Él) y las letras quienes relataban lo sentido (Ella).
ResponderEliminarEs así, no hay un Él sin Ella ni viceversa cuando es algo que mueve a ambas partes por igual .
Dulces besos para ti.
Qué bonita manera de sentirlo, Dulce…
EliminarY así es, como bien dices…ambos son parte de esa maravillosa comunión en la que darse por entero, y sentir (se)…
Mil gracias por tus palabras… :-) Bsoss gigantes!
Yo me he aburrido mucho en mi vida eh...
ResponderEliminarBesos envidiosos.
Bueno…es una envidia sana ;-)
EliminarPues a divertirse… “con las muchas maneras que la vida nos ofrece…”
Mil Bsoss, Toro!!
Nos convertira en hombres de manos lentas signorina.
ResponderEliminarSolo sed .No más nada
muas
S
Pues un placer despertar tu sed, Sicilia… ;-)
EliminarGracias por tus exquisito sentir…
Bsoss, amigo!!
Mi queridísima amiga Ginebra, tus letras siempre me sublevan los sentidos hasta límites insospechados. Sólo puedo decir que esta segunda parte del relato me ha dejado casi exhausto de tantas imágenes que se han sucedido por mi mente a toda velocidad.
ResponderEliminarEnhorabuena por haber puesto tu límite en el infinito, donde moran los seres intangibles que tan sólo tus órdenes obedecen.
Muchísimos besos.
Tus huellas son siempre una hermosa oda a aquello que escribo y siento, mi querido Alfredo… Te estoy inmensamente agradecida por esas palabras que me dedicas, y feliz, que la imaginación impulse esas alas con las que volar y sentir todas esas emociones que intento transmitir…
EliminarGracias de corazón, amigo…
Mil Bsoss!! :-)
Qué bonito,qué caliente..qué femenino! Sabes describir lo que una mujer siente,paso a paso, milimetro a milimetro! Precioso!
ResponderEliminarQué bien que sientas eso, Luna… Gracias de corazón por esa complicidad, amiga! :-)
EliminarBsoss enormess!! ♥
Qué calentura, tengo que volver más por aquí...
ResponderEliminarSerá un placer que vuelvas y sientas, cuando desees, Jordim ;-)
EliminarMil Bsoss!!
te leo y siento que llevo una vida gris.... ainsssssss
ResponderEliminarbesos.
Tú eres un arcoíris de emociones y sentires, Juana, eres pura y cristalina, así que no puedes llevar una vida gris… ;-)
EliminarBsoss y cariños gigantes, amiga!!! ♥
Madre mia, que calores....jajaja
ResponderEliminarBesos y salud
Esto es vida!!! jajaja...
EliminarMil graciass, Genín ;-)
Bsoss gigantesss!!
Enorme aventura, ahora puedo decir que en parte también la viví, gracias.
ResponderEliminarPues eso ya es una satisfacción para mí, Xan ;-)
EliminarMil gracias, amigo.
Bsoss!
Lo que es capaz de traer estos días de lluvia...
ResponderEliminarYo ya lo he dicho más de una vez,este tipo de letras,prefiero hacerlas mías por dentro a hacer un comentario que no diga lo que merece.Bueno ya puestos que sea una trilogía...
Besotes Gine y gracias por compartir como siempre ;)
Vuestras son, Miguel… Las vivo, las siento, y las escribo… Y eternamente agradecida por vuestros gestos hacia ellas… Vuestras palabras, y vuestro sentir, son pura vitamina para mí…
EliminarGracias y mil Bsoss, amigo!! :-)
GUAUUUUU...
ResponderEliminarMmmm… Intuyo que te gustó!! ;-)
EliminarGraciass y Bsoss, ReltiH!
Te digo algo ?
ResponderEliminarSonrío mientras mi pecho late [ el resto lo dejo a tu intuición ... espero me entiendas :-) ]
Muchos muuuackkks¡s
Mi placer siempre es el vuestro, María… ;-)
EliminarAsí que, gracias…por sentir!!
Muackssss!! ♥
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEse final que lo dice todo y más... mucho más.
ResponderEliminarBesotes enormes y disculpas por el retraso que llevo en visitarte y comentarte, pero no me olvido... eso jamás.
Nada que disculpar, mi querida Alma… Tú siempre estás, aun cuando no estás… Eso es lo que sucede cuando se brilla tanto como lo haces tú!!!
EliminarMil Bsoss y cariños, amiga!! ♥
Ginebra, nuevamente me dejas prendado de tus letras. La pasión, la lujuria y un dejo de inocencia llenan el aire, cargándolo de excitación.
ResponderEliminarUna vez mas, como siempre desde que te leo, es un placer hacerlo.
Besos enormes mujer.
Qué bonita huella me dejas, Alex… Feliz por tu sentir, e inmensamente agradecida por tus palabras, y por estar ahí… :-)
EliminarMil Bsoss, amigo!!
Pasión desbordando en cada frase de intensidades corpóreas indsondables.
ResponderEliminarSaludos ;-)
No hay vida sin pasión… Ella nos mece en su maravillosa danza del sentir inmenso e intenso…
EliminarGracias por tus palabras, Jorge…
Mil Bsoss!!